Pujol pasa por el Parlament sin dar explicaciones

Jordi Pujol durante su comparecencia
El ex presidente de la Generalitat niega ser un corrupto
El ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol no respondió ayer a ninguna de las preguntas que le formularon los grupos de la oposición durante su comparecencia en el Parlament para explicar su fortuna oculta en el extranjero durante los últimos 34 años.
Muy al contrario, Jordi Pujol se limitó a justificar la herencia de su padre, acusó a los diputados de la oposición de lanzar «intoxicaciones» para perjudicarle a él y a CiU y aseguró que nunca ha cobrado dinero por sus decisiones o su gestión política más allá del sueldo de presidente de la Generalitat.
Tal fue el bochorno que produjo la comparecencia de Pujol que incluso los diputados de Candidatura de Unidad Popular (CUP) abandonaron el Parlament. Por su parte, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, calificó de vergonzosa la actitud de Pujol y le pidió que aclarase si el origen de su fortuna oculta está en una venta de acciones de Banca Catalana, algo que no aclaró.
Y mientras la líder del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, acusaba a Pujol de haber mentido a los catalanes durante treinta años y Albert Rivera, de Ciutadans, anunciaba que enviará a la Fiscalía sus declaraciones ante la Cámara «por si pueden servir para emprender acciones judiciales», el portavoz de CiU en el Parlament, Jordi Turull, criticaba el linchamiento público al que han sometido los grupos de la oposición al ex presidente.
Lo que contó Jordi Pujol fue que su padre, Florenci Pujol, asustado por los riesgos derivados del compromiso político de su hijo -de él-, decidió legarle unos fondos en el extranjero por si algún día tenían que salir del país. Explicó que su padre puso el dinero a nombre de su esposa, Marta Ferrusola, y sus hijos, y que él se desentendió de su gestión, que corrió a cargo, primero, de dos amigos de sus padres y luego de uno de sus hijos.
El ex presidente catalán cifró en 140 millones de pesetas el importe que tenía el fondo en 1980 y dijo que la existencia de ese dinero en el extranjero puede ser «criticada» pero que ello no significa que su origen sea «ilícito». En este sentido, garantizó que esos fondos no han salido del erario público. Pujol remarcó que no decidió hacer política para ganar dinero porque dinero ya tenía, y añadió que su proyecto era construir Cataluña, «hacer país», a lo que dedicó su vida y sus recursos.
Y tras las intervenciones de los grupos de la oposición, Pujol les acusó de hablar con frivolidad, de mezclarlo todo para atacarle y perjudicar a Convergència y de plantear contra él una «causa general». Pujol también reprochó a los diputados catalanes de usar información poco contrastada y de actuar con ligereza y poca honestidad. Según Pujol, si todo hubiese sido tan corrupto como la opsición quiere hacer ver «no se hubiera aguantado».