Las instituciones europeas reafirman su oposición a la pena de muerte
En el Día Mundial contra la Pena de Muerte, la Unión Europea y el Consejo de Europa han reafirmado su firme oposición a la pena de muerte y su compromiso con su abolición en todo el mundo
Bielorrusia es el único país de Europa que mantiene la pena capital
El 10 de octubre, el Día Europeo y Mundial contra la Pena de Muerte, Catherine Ashton, Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y Thorbjørn Jagland, Secretario general del Consejo de Europa, han firmado una declaración conjunta en la que reafirman su firme oposición a la pena de muerte y su compromiso para su abolición en todo el mundo.
La declaración conjunta, a la que se ha sumado Jerzy Buzek, presidente del Parlamento Europeo, destaca un compromiso más fuerte aún que lo expresado en la declaración firmada el mismo día del año pasado. Catherine Ashton declaró también que se toma el trabajo de la Unión Europea sobre la abolición de la pena de muerte en todo el mundo como una prioridad personal. Por otro lado, la declaración condena el uso de la pena de muerte en Bielorrusia, el único país de Europa que aún mantienen la pena capital. En la misma, los líderes europeos exigen a este país que establezca una moratoria sobre el uso de la pena de muerte con miras a su abolición total. Al mismo tiempo, la declaración destaca que la experiencia en Europa muestra que la pena de muerte no impide un aumento de la delincuencia violenta ni tampoco hace justicia a las víctimas de tales crímenes.
Asimismo el presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek realizó una declaración en la que considera la oposición a la pena capital fundamental, ya que se basa en la creencia de que la justicia no se logra cuando es el Estado quien quita la vida a sus propios ciudadanos. También mantiene que la UE y, especialmente el Parlamento Europeo, siempre se mantendrán vigilantes: desde China hasta Irán, desde Bahrein hasta Yemen, el Parlamento mantendrá la presión sobre los gobiernos y sensibilizará a la sociedad civil acerca de los males de la pena capital.
La abolición de la pena de muerte es uno de los principales objetivos de la política de derechos humanos europea. En 2010, la UE emitió más de 15 declaraciones sobre la pena de muerte y llevó a cabo numerosas gestiones en contra de esta. Además es una de las prioridades temáticas del Instrumento Europeo para la Democracia y los Derechos Humanos (IEDDH). Desde 1994, la Comisión Europea ha financiado a través de este instrumento más de 50 proyectos en todo el mundo, con un presupuesto global de más de 33 millones de euros.