Las grandes empresas europeas barajan mover su inversión a EEUU
Las medidas aprobadas por la Administración Biden resultan muy atractivas para los inversores
La competitividad de la industria europea se está debilitando y muchos de los empresarios más importantes de la Unión estudian trasladar sus inversiones a los Estados Unidos.
Las perspectivas de los principales industriales europeos son, en términos generales, mejores para los próximos seis meses. Sin embargo, las expectativas sobre el desempeño de la economía europea en esos mismos seis meses se mantienen en negativo.
Esto sucede porque la competitividad económica de Europa se hunde. Más del 80% de los directores ejecutivos así lo cree. Y esta percepción explica por qué casi el 60% de ellos planea trasladar inversiones u operaciones de Europa a América del Norte en los próximos dos años.
Las tensiones geopolíticas -invasión de Ucrania-, el aumento de la inflación y los precios elevados de la energía vinculados a niveles récord de costos de insumos son riesgos persistentes que los industriales europeos quieren sortear a toda costa.
La encuesta realizada por la Mesa Redonda Europea para la Industria (ERT) confirma que la Ley de Reducción de la Inflación de EEUU atrae a las empresas europeas. También los países asiáticos (excepto China) ven un cambio de inversiones u operaciones en su dirección, posiblemente debido a costos de producción más bajos.
Sin embargo, muy pocos directores ejecutivos están considerando cambiar la inversión y/o las operaciones de su empresa a China. Además, casi el 80% no tiene la intención de trasladar inversiones u operaciones de Europa a China, a pesar de los indicios de que una recuperación posterior a la pandemia está comenzando a desarrollar cierto impulso allí.
‘El futuro de Europa como base líder para la industria sigue en peligro. Las tensiones geopolíticas están teniendo enormes repercusiones’, explica Martín Brudermüller, presidente ejecutivo de BASF, quien confía en que las próximas propuestas de la Comisión Europea simplifiquen y reduzcan la burocracia administrativa, lo que, ‘con suerte facilitará que Europa atraiga inversiones y puestos de trabajo en sectores emergentes de suma importancia’.