El Parlamento Europeo marca distancias con Rusia y China

El presidente ruso, Vladimir Putin, en una imagen tomada en el Kremlin
La Eurocámara ya no considera a Rusia un «socio estratégico» de la UE y pide que se adopten medidas contra la amenaza tecnológica china
El Parlamento Europeo ha pedido este martes que se adopten nuevas sanciones contra Rusia y que se vigile el ímpetu tecnológico chino, que podría amenazar la seguridad de las infraestructuras europeas.
Respecto a Rusia los eurodiputados se han mostrado de acuerdo (402 votos a favor, 163 en contra y 89 abstenciones) en que la Unión Europea debe adoptar nuevas sanciones si el gobierno de Vladimir Putin sigue vulnerando el Derecho Internacional impidiendo que se restablezca la integridad territorial de Ucrania.
En este sentido el pleno ha aprobado una resolución en la que destaca que desde 2014, año en que el gobierno de Vladimir Putin se anexionó Crimea «por la fuerza», entre la Unión y Rusia han surgido nuevas áreas de tensión.
A las continuas «acciones agresivas» en Ucrania, Putin ha sumado la intervención rusa en Siria, la interferencia en países como Libia y la República Centroafricana, las más que fundadas certezas de la injerencia rusa en procesos electorales y el apoyo del Kremlin a partidos euroescépticos y de extrema derecha como ha hecho en Hungría.
Ante esta «escalada», los eurodiputados consideran que «la Unión debe adoptar nuevas sanciones». En cualquier caso, la Eurocámara ha dejado claro que las sanciones deben ser «proporcionales a la amenaza generada» y no dirigirse contra toda la población rusa. En diciembre pasado, el Consejo de la UE prolongó las sanciones en vigor hasta el 31 de julio de 2019.
La resolución insta a la UE a revisar su Acuerdo de Colaboración y Cooperación con Rusia y a limitar la cooperación a áreas de interés común. Los retos globales, como el cambio climático, la seguridad energética, la digitalización, la inteligencia artifical y la lucha contra el terrorismo exigen una cooperación selectiva, según los eurodiputados.
En este punto es necesario recordar el proyecto Nord Stream 2, un gasoducto entre Rusia y Alemania que un consorcio formado por la rusa Gazprom y varias empresas de Alemania, Holanda y Francia planean bajo el mar Báltico. Sería el segundo gasoducto (desiste un Nord Stream 1 que funciona a máximo rendimiento) y no gusta a Ucrania, que no está dispuesta a perder sus derechos de tránsito sobre el gas procedente de Rusia. Polonia y los países bálticos también critican el proyecto porque temen que pueda generar una dependencia excesiva del gas ruso por parte de la UE.
Hay -sobre todo el gobierno alemán- quienes defienden el proyecto «económico» alegando que proporcionará energía barata peo también quien asegura que el dinero que Rusia gana por venderle el gas a Europa lo invierte en la industria militar, aumentando la amenaza hacia la Unión Europea y proporcionando más dinero para la manipulación y la desinformación en línea.
Es una de las serias dudas del Parlamento Europeo, que hoy ha advertido de que una relación más estrecha sólo será posible si Rusia aplica de manera completa los Acuerdos de Minsk para acabar con la guerra en el este de Ucrania y garantizar el respeto del Derecho Internacional, agrega el texto.
Los eurodiputados también denuncian las campañas rusas de desinformación y los ciberataques perpetrados por sus servicios de inteligencia con objeto de aumentar las tensiones en la Unión y en sus Estados miembros. Consideran insuficiente la respuesta de la UE ante la propaganda y la desinformación y piden una acción más decidida ante las elecciones europeas de mayo.
El Parlamento también critica el apoyo continuado de Rusia a regímenes y países autoritarios como Corea del Norte, Irán, Venezuela, Siria, Cuba y Nicaragua, y su práctica actual de bloquear cualquier acción internacional mediante su derecho de veto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
También suscitan preocupación entre los eurodiputados los cientos de miles de millones de euros que cada año blanquean a través de la Unión Europea empresas y personas rusas, y que se utilizan para objetivos políticos subversivos, lo que representa una amenaza clara para la seguridad y la estabilidad europeas.
Los eurodiputados reclaman que los Estados miembros pongan fin a los programas de visados o pasaportes de oro, que benefician a los oligarcas rusos que a menudo respaldan al Kremlin y pueden minar la eficacia de las sanciones internacionales.
También este martes el Parlamento Europeo ha aprobado la nueva norma comunitaria sobre ciberseguridad y ha expresado su preocupación por la «amenaza tecnológica china».
El pleno ha dado luz verde, con 586 votos a favor, 44 en contra y 36 abstenciones, al nuevo sistema de certificación para garantizar que los productos, procesos y servicios respetan estándares de ciberseguridad. Los eurodiputados también han aprobado una resolución pidiendo medidas ante la amenaza de seguridad que representa la creciente presencia de empresas tecnológicas chinas en la UE.
La Cámara se ha hecho eco de las advertencias acerca de que el equipamiento 5G que están desplegando algunas compañías chinas podría incluir sistemas de acceso a los fabricantes y al propio gobierno chino a los datos privados y a las telecomunicaciones en territorio europeo.
A los eurodiputados les inquieta que los proveedores de terceros países puedan poner en riesgo la seguridad de la UE. Varios países, también EEUU, han prohibido ya contratar ciertos servicios con los chinos.
El Parlamento europeo ha pedido a la Comisión que encargue a ENISA, la agencia europea de ciberseguridad, un sistema capaz de garantizar que el despliegue de la 5G en la UE cumple las normas de seguridad más estrictas.
Respecto a la nueva ley de Ciberseguridad de la UE, que ya ha sido acordada de manera informal con los Estados miembros, destaca la importancia de garantizar la seguridad de las infraestructuras críticas, incluidas las redes de suministro de energía, el agua o los sistemas bancarios. A más tardar en 2023, la Comisión tendrá que decidir si alguna medida tiene que ser obligatoria para aumentar la protección de estos sectores.
La resolución sobre la presencia tecnológica china será remitida a la Comisión y a los Estados miembros.
La Comisión ya se ha adelantado y, en el contexto de la creciente influencia económica y política de China, ha evaluado junto a la Alta Representante, Federica Mogherini, las relaciones UE-China.
También han planteado 10 acciones concretas que los Jefes de Estado y de Gobierno de la UE podrían debatir en el Consejo Europeo del 21 de marzo, tras el que la Comisión Europea emitirá una Recomendación sobre protección de infraestructuras digitales críticas en redes 5G. Se trata de poner a salvo las infraestructuras esenciales europeas y por ello Comisión pedirá a los Estados miembro que apliquen rápida, plena y efectivamente el Reglamento sobre el control de las inversiones extranjeras directas.
En el seno de la Unión cada vez se extiende más la percepción de que China, país con el que coopera en diferentes ámbitos políticos es también un competidor económico que persigue el liderazgo tecnológico. Eso lo convierte en un «rival sistémico» que promueve modelos alternativos de gobernanza.
Asimismo, la Unión debe lograr en las relaciones económicas con China «condiciones más equilibradas y recíprocas». Esto incluye la reforma de la Organización Mundial del Comercio, en particular en materia de subvenciones y de transferencia obligatoria de tecnologías, y la celebración de acuerdos bilaterales sobre inversión, indicaciones geográficas y seguridad aérea en 2020.