División en el Eurogrupo ante el sistema de ayudas

El presidente del Eurogrupo, el portugués Mario Centeno
Mañana jueves los ministros de Finanzas de la Eurozona volverán a reunirse por videoconferencia para arbitrar un sistema de ayudas para hacer frente a la crisis económica sobrevenida por la crisis sanitaria del covid-19
Tras 16 horas de reunión -que comenzó el martes por la tarde- los ministros de Economía y Finanzas de la Eurozona no han sido capaces de sacar adelante un paquete de medidas económicas que alivien el impacto económico provocado por el cese de actividad decretado en toda la Unión para frenar la pandemia de coronavirus.
Roma (Italia) y La Haya (Países Bajos) presentaron las dos posiciones más radicales y opuestas en esta negociación, con dos bloques bien definidos: el norte, que rechaza salirse del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) como sistema de ayuda y no quiere oír hablar de deuda conjunta (los llamados coronabonos); y el sur, que aceptaría un MEDE sin condiciones y mantiene su propuesta de repartir la deuda.
El presidente del Eurogrupo, Mario Centeno, anunció que la reunión continuará este jueves, 9 de abril, con un mismo objetivo: una red para proteger las finanzas públicas (240.000 millones de euros), empresas (200.000 millones de euros) y trabajadores (100.000 millones de euros) a corto plazo, y comprometerse a un cuantioso plan de recuperación, que España e Italia, por ejemplo, quieren financiar con deuda conjunta. Una ‘mutualización’ de la deuda ‘en sentido clásico’ que también ha descartado el ministro de Finanzas austríaco, Gernot Blümel.
El problema de aquellos países que se niegan a asumir conjuntamente la deuda es que España, por ejemplo, lleva años sin cumplir los objetivos de déficit público y desde que Pedro Sánchez llegó al Gobierno implementa políticas de aumento de gasto que no conjugan con las reglas europeas. En este sentido, Bruselas ha alertado en numerosas ocasiones de que la deuda pública española es demasiado alta.