Rajoy acusa a Zapatero de dejar una «herencia envenenada»
Zapatero responde que la crisis mundial ha influido en sus decisiones y en su política
En la sesión de control al Gobierno que se ha celebrado hoy Mariano Rajoy ha acusado a José Luis Rodríguez Zapatero de dejar «una herencia de casi cinco millones de personas sin empleo, dos millones cuatrocientos mil más en esta legislatura, una tasa de desempleo juvenil por encima del 45 por ciento, una economía estancada, una deuda de más de 700.000 millones de euros, 250.000 millones más en esta legislatura, deuda que además compra el BCE, la renta de los españoles en los niveles de 2004, recortes sociales y una gran desconfianza en la economía española a nivel de máximos».
Zapatero ha respondido al líder del PP que al hacer esas acusaciones ha olvidado un hecho fundamental y es que «el mundo y especialmente la zona euro ha vivido la crisis más grave desde hace 80 años que ha tenido consecuencias de obligar a tres países a tener que pedir ayuda financiera. Lo que puedo decir es que hemos tenido que hacer un combate durísimo contra una gravísima crisis económica cuya consecuencia más negativa ha sido sin duda alguna la muy elevada tasa de paro de la que siempre he afirmado que me siento responsable y por supuesto no me deja satisfecho«.
El secretario general del PSOE ha continuado afirmando que su Gobierno ha afrontado su responsabilidad para garantizar la consolidación fiscal y evitar males mayores, para hacer reformas estructurales muy necesarias desde hace mucho tiempo que darán efectos positivos en la economía y para preservar al máximo la cohesión social, empezando por aquellas personas que han perdido su empleo con la tasas más altas de protección social.
Zapatero ha resaltado que todo esto lo «hemos hecho a la vez que contribuíamos responsablemente en el conjunto de la zona euro a garantizar los máximos esfuerzos para que la moneda común y el modelo de estado del bienestar pueda seguir adelante, sin olvidar que en la legislatura pasada alcanzamos la tasa de paro más baja de toda la historia».
Tras la intervención del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy ha vuelto a insistir en la situación que deja Zapatero tras sus ocho años en el Gobierno. «Deja usted una herencia envenenada, aunque también es verdad que deja leciones para el futuro. La primera es que en economía hay que hacer un buen diagnóstico de la realidad y no engañar, no se puede decir no hay crisis, que somos los mejores, los mejores preparados, que nuestro sistema financiero es el mejor del mundo. La segunda es que hay que gobernar con un plan, no se puede gobernar con ocurrencias, improvisaciones, rectificaciones y pensando sólo en las próximas 24 horas; la tercera lección que deja usted es que no hay que generar falsas expectativas, no se puede decir que vamos a estar al nivel de Alemania o de Francia o que estamos en la Champions League de la economía cuando no es verdad; la cuarta es que hay que hacer previsiones razonables tanto de crecimiento como de empleo y no como han hecho ustedes a lo largo de estos años; la quinta lección que nos deja su forma de gobernar es que no se debe gastar lo que no se tiene y tener un déficit público del diez por ciento o aumentar la deuda como lo ha hecho; la sexta lección es que en economía hay que hacer reformas y que no se puede vivir constantemente de la herencia y de la inercia; y la séptima lección que nos deja es que no se puede gobernar como lo lleva haciendo en los últimos meses sólo por decreto ley«.
Rajoy ha insistido en la «herencia envenenada» para acabar diciendo que ahora «todos los españoles tendremos que hacer un gran esfuerzo aunque estoy absolutamente convencido de que España es un gran país y que va a superar esta situación».
Tras la intervención del candidato del PP a las próximas elecciones generales, José Bono ha concedido la palabra a Rodríguez Zapatero quien ha dicho, haciendo caso omiso a las acusaciones de Rajoy, que «tengo confianza plena en el futuro de este país, una confianza que viene de lo que ha pasado en los últimos treinta años de democracia, por la capacidad que tenemos de luchar contra la crisis y porque la inmensa mayoría de ciudadanos quieren responsables políticos y líderes que ante todo ofrezcan algo, no sólo ataquen, y den confianza y futuro a España.
Tras este cruce de acusaciones ambos líderes han abandonado el hemiciclo dejando la sesión de control al gobierno.