Pedro Sánchez miente tras la primera semana de confinamiento

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su comparecencia en La Moncloa para informar sobre la evolución de la crisis del Coronavirus COVID 19 (Foto: Borja Puig de la Bellacasa)
Mantiene, durante su comparecencia para hacer balance de la primera semana desde el decreto del 14 de marzo, que siempre siguió los consejos de la OMS
Además, aporta cifras de fallecidos e infectados por la peste china totalmente desfasados
Pedro Sánchez mintió ayer a los españoles durante su comparecencia desde La Moncloa para hacer balance de la primera semana de confinamiento decretada -en diferido- por la expansión incontrolada del coronavirus covid-19.
El presidente del Gobierno reconoció que España es uno de los países más afectados del mundo por la peste china aunque advirtió de que lo ocurrido no es nada porque «van a llegar días muy duros», porque el «impacto de la ola más dura, más dañina» llegará a finales de la próxima semana. «Lo peor está por llegar», insistió, Sánchez, que pidió a los españoles estar «muy fuertes».
En este sentido solicitó a la población que obedezca las medidas de confinamiento decretadas por las autoridades: «Si evitamos el contagio, liberamos camas para quien lo necesita, ganamos tiempo», señaló antes de defender su gestión diciendo que su gabinete siempre ha seguido las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Esta defensa de la gestión de su Ejecutivo de colación PSOE-Unidas Podemos obliga a recordar que el 29 de enero de 2020, tras confirmarse tres casos de contagio persona a persona fuera de China -«lo que representa un riesgo potencial de que (el virus) se extienda más a nivel global»-, el director de la OMS decidió convocar a su comité de emergencia. Ese día, cuando los casos en China alcanzaban casi 8.000, con 170 muertos, y más de 1.370 pacientes graves, Tedros Adhanom Gebreyesus advirtió que “el mundo entero debe estar en alerta”. Dos días más tarde, el 31 de enero, la OMS declaró la «emergencia de salud pública internacional».
La cronología de los hechos demuestra que Pedro Sánchez no siguió nunca las recomendaciones de la OMS y sólo cuando la situación en España se recrudeció con decenas de muertos asumió que el virus había penetrado en todo el territorio nacional. Porque entre ese 31 de enero en el que la OMS declaró la «emergencia de salud pública internacional» y el 14 de marzo en que se decretó el estado de alarma en España, el jefe del Ejecutivo y también secretario general socialista permitió e incluso alentó la disputa de partidos de todo tipo de competiciones con público, concentraciones y, sobre todo, las manifestaciones que el 8 de marzo se reprodujeron por toda España «en favor de la mujer». Ni siquiera la cancelación del Mobile World Congress hizo cambiar de opinión al Gobierno, que el 12 de febrero sostenía que no había motivos de salud pública para cancelar la feria en Barcelona.
Es cierto que el 11 de marzo la OMS declaró que el coronavirus se había convertido en una pandemia pero también que entre el 31 de enero y el 14 de marzo se podían haber previsto cientos de medidas para intentar parar el número de infectados en España. Sobre todo cuando el 3 de marzo se supo que el 13 de febrero había fallecido el primer paciente en la Comunidad valenciana y había en España, que se conociese, 150 contagiados, siete de ellos muy graves en la UCI.
En este punto conviene resaltar que las cifras que cada mañana ofrece el Ministerio de Sanidad sobre la incidencia de la peste china en España son, como poco, engañosas.
Y son las misma cifras que ayer, a eso de las 21:30 horas, Pedro Sánchez usó para asegurar que en España hay «24.926 infectados, 1.326 fallecidos, 1.612 en UCIs y 2.640 recuperados», las mismas cifras «oficiales» del viernes, 20 de marzo, a las 21:00 horas, es decir, las cifras «oficiales» de hace más de 24 horas.
Como ha quedado demostrado, a las 13:50 horas de ayer las cifras publicadas por el Ministerio de Sanidad ya se habían quedado desfasadas pues la Junta de Castilla-La Mancha publicó nuevos datos que elevan los infectados en la región a los 1.819 positivos y en España a más de 25.000.
No hizo caso el presidente del Gobierno al principal partido de la oposición, el Partido Popular, que al mediodía le rogó que “armonizase el cómputo de contagiados y fallecidos» ante el descontrol entre las Comunidades Autónomas y la máxima autoridad sanitaria del Estado.