Mal comienzo de la negociación del ERE de Nissan en Barcelona

Vista aérea de la planta de Nissan de Barcelona
Los sindicatos exigen un plan industrial a largo plazo que contemple inversiones, nuevos modelos, garantías de empleo y una propuesta de incremento salarial
No ha ido bien la primera reunión entre Nissan y los sindicatos de su planta de Barcelona que se han sentado a negociar el ERE planteado por la empresa en las factorías de la zona Franca y Montcada.
La dirección de la compañía, que quiere reestructurar la actual plantilla con 600 despidos, ha recordado que el descenso de la producción en los cinco últimos años supera el 50% en las dos líneas de producción.
El ajuste de plantilla programado para el ejercicio fiscal 2019 es necesario, según la dirección, para mejorar la competitividad y asegurar la sostenibilidad de la planta con nuevos modelos. A cambio, Nissan se compromete a una inversión de 70 millones de euros en una nueva y «eco» planta de pintura y a firmar un convenio colectivo con vigencia hasta 2021.
Como ya detalló cuando anunció el ERE, el equipo directivo es partidario de ajustar la plantilla a través de prejubilaciones y bajas voluntarias para personal directo, semidirecto e indirecto. Teniendo en cuenta esto, la dirección propone mantener el actual esquema de bajas y compensar a los trabajadores que se acojan a las prejubilaciones con el 80% del salario neto hasta los 63 años, de acuerdo con las condiciones del mercado.
La representación de los trabajadores ha manifestado su desacuerdo con dicha propuesta y ha exigido un plan industrial a largo plazo que contemple inversiones, nuevos modelos y garantías de empleo, y una propuesta de incremento salarial por parte de la dirección.
«En interés de los empleados», la compañía ha citado a los sindicatos a una segunda reunión el próximo jueves, 4 de abril.