Los nacionalismos vasco y gallego se suben a la «Vía Catalana»

Laura Mintegui, presidenta de EH-Bildu
La Generalitat acepta dialogar con Rajoy pero se niega a aplazar la consulta
EH-Bildu y Bloque Nacionalista Gallego (BNG) se han sumado a las demandas de consulta e independencia que han arreciado en Cataluña después de las última elecciones autonómicas.
La coalición vasca hizo ayer un llamamiento «al resto de fuerzas políticas y agentes sociales de Euskal Herria» a trabajar para conseguir la «autoorganización de una Euskal Herria soberana por vías democráticas».
Representantes de todos los partidos integrados en la coalición, entre ellos Pello Urízar (EA), Rebeka Ubera (Aralar), Oskar Matute (Alternatiba), junto a dirigentes de Sortu, como su portavoz, Pernando Barrena, y su presidente Hasier Arraiz, participaron en un acto en Bilbao para presentar el documento titulado Euskal Bidea, en el que la coalición abertzale detalla los pasos «en el camino hacia la soberanía».
«Los soberanistas de izquierda organizados en EH Bildu queremos trasladar al resto de fuerzas políticas y agentes sociales de Euskal Herria un llamamiento para emprender la «Vía Vasca», porque nuestro pueblo nos lo está pidiendo y es momento de que los vascos hablemos y nos pongamos de acuerdo para llevar a cabo, cuanto antes, la construcción de nuestra casa, la casa de todos los vascos», explicaron en la presentación del documento Rebeka Ubera y Pernando Barrena.
El líder de Sortu señaló que «en Euskal Herria, miles y miles de vascos han visto y escuchado con atención el nítido mensaje que ha dado al mundo Cataluña«, donde «miles de ciudadanos unieron sus manos en la «Vía Catalana» hacia la independencia para decirle al Estado español que Cataluña se va». Barrena abogó porque este proceso sea posible también en Euskadi con un «acuerdo entre los gobiernos de España y de Francia para evitar la confrontación».
Bildu insiste en su «derecho a decidir», pero hasta su reconocimiento, pretende impulsar la creación de una «agenda vasca» en la que se desarrolle una «actividad política y social endógena» en la que no se elude ni a los compromisos institucionales con el resto de España a la dependencia como en la UE. Frente al plan de Bildu, el otro bloque político del País Vasco, PNV y PSE, lanza un plan económico de reactivación económica y configura una nueva correlación de fuerzas parlamentarias en asuntos como el impulso contra la crisis y la reforma tributaria, de modo que el Gobierno vasco se asegura la estabilidad presupuestaria hasta el final de su mandato.
Mientras esto ocurría en el País Vasco, miles de personas (10.000, según los organizadores; 3.000, según la policía local) se manifestaron ayer en Santiago de Compostela convocadas por el Bloque Nacionalista Galego para reclamar la «soberanía» de Galicia. Al término de la manifestación, el portavoz nacional del BNG, Xavier Vence, recurrió al incendio del Monte O Pindo, paraje natural de A Coruña en el que el fuego ha arrasado más de 2.000 hectáreas, como metáfora de la situación en que se encuentra Galicia debido a las políticas del PP y del Gobierno presidido por Alberto Núñez Feijóo. Esta es, dijo, una Galicia «reducida a cenizas», que vive una «situación límite en lo económico y lo social».
El BNG cree que las dificultades por las que Galicia atraviesa se deben a los recortes de la Xunta y su portavoz, Xavier Vence, llamó a los concentrados a «no resignarse» ante las políticas «neocentralistas» del PP.
En cuanto a la Generalitat de Cataluña, desde el Govern se respondió ayer a la carta que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, envió el sábado a Artur Mas, en la que le invitaba al diálogo pero advertía que «la Constitución protege a todos y a todos vincula». El consejero de Presidencia y portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, celebró el ofrecimiento de Rajoy pero dijo que el objetivo de ese diálogo no puede ser otro que la celebración de la consulta en 2014. «No aceptamos que como consecuencia del diálogo el proceso se someta a dilaciones innecesarias», señaló Homs.
Homs valora positivamente el cauce de comunicación abierto por Rajoy con su «compromiso de diálogo». «Nos lo tomamos muy en serio, y lo exploraremos, pero no podemos ser ingenuos», añadió el portavoz catalán, quien destacó que en su carta el presidente del Gobierno no cierra explícitamente la puerta a la celebración de la consulta, a la que no llega a citar de forma expresa en ningún momento.
Pese a considerar positiva la oferta de diálogo del Gobierno, Homs dijo que la carta de Rajoy «no lleva la respuesta que esperaban los catalanes». Según explicó, la Generalitat hubiera preferido una respuesta «al estilo Cameron, es decir un apoyo a la consulta como el que el primer ministro británico concedió al referéndum sobre Escocia. A juicio del Ejecutivo catalán los inconvenientes para la convocatoria de la consulta no son de índole legal sino de voluntad política, por lo que en los próximos días contactará con todos los partidos para poner las bases que permitan convocarla en 2014.
El vicesecretario general de Coordinación Institucional de Covergencia Democrática de Catalunya, Lluís Corominas, aseguró ayer que desde su formación no darán ningún paso atrás en su intención de que los catalanes puedan decidir su futuro político en 2014, por lo que la única negociación posible con Rajoy debe centrarse en los «términos de la consulta». El presidente del Consell Nacional de UDC, Ramón Espadaler, teme que tras el diálogo que propone el presidente del Gobierno se esconda «un ejercicio de dilación», aunque insistió en que la consulta debe estar «amparada por la ley».
El líder de ERC, Oriol Junqueras, no considera que existan razones jurídicas que impidan la convocatoria de la consulta, por lo que instó a Mas a cumplir los compromisos adquiridos con su formación y convocarla en 2014. En su opinión, la negativa del Gobierno a permitir la consulta «es una cuestión de voluntad política, no jurídica o de legalidad».