Una «infusión» mejora a los enfermos de Parkinson avanzado

El Parkinson avanzado requiere más y mejores fármacos (Foto: vivirmejor)
El Provincial de Castellón aplica un novedoso tratamiento para el Parkinson avanzado
El Servicio de Neurología del Hospital Provincial de Castellón ha comenzado a tratar a personas que padecen Parkinson en fases avanzadas con un novedoso tratamiento que mejora la calidad de vida de los pacientes.
Administrando una infusión continua intraduodenal de levodopa y carbidopa a través de una sonda que permite que la sustancia pueda liberarse de modo continuo a lo largo del tiempo, consiguen resultados satisfactorios para los pacientes en fase avanzada.
Con la colaboración del personal de Digestivo, Cirugía y Anestesia, que se ocupan de la colocación de la sonda intraduodenal, y gracias a su fórmula en gel, el medicamento consigue una mayor estabilidad del paciente al reducir los síntomas motores y no motores de la enfermedad, procurando una mejora de su calidad de vida y una ganancia en su autonomía.
El jefe de Neurología del Hospital Provincial, José Cerdá, ha destacado que «la puesta en marcha de este tratamiento supone un importante avance para los pacientes que sufren esta patología, ya que su forma de administración le permite tener un efecto que se mantiene constante a lo largo del tiempo».
Con esta nueva terapia los médicos podrán escoger entre dos soluciones. Esta nueva y la bomba de apomorfina. Y es que los síntomas del Parkinson progresan conforme pasan los años y pueden llegar a ser invalidantes. Por eso Cerdá resalta la necesidad de nuevas terapias avanzadas como la «infusión», porque «en las fases más avanzadas los tratamientos disponibles disminuyen y los fármacos orales pierden eficacia».
El Servicio de Neurología del Provincial atiende actualmente a unos cien pacientes de Parkinson, de los que un 10 por ciento presenta la enfermedad en estado avanzado. «A medida que la enfermedad de Parkinson evoluciona, el paciente pierde autonomía, haciéndose cada vez más dependiente y generando una sobrecarga en el cuidador, que acaba viéndose obligado a abandonar otras actividades de su vida», manifiesta Cerdá, que añade que en estos estadios, los beneficios que aportan los tratamientos avanzados al paciente influyen positivamente en la calidad de vida de sus cuidadores, ya que dota al enfermo de una mayor autonomía.
El Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa del sistema nervioso central que afecta el área encargada de coordinar la actividad y tono muscular y los movimientos. Se estima que afecta a 150.000 personas en España, cifra que se prevé vaya en aumento como consecuencia de la mayor esperanza de vida de la población.
Esta alteración neurodegenerativa, la segunda más frecuente tras el Alzheimer, es de causa desconocida y de curso crónico y progresivo.
La enfermedad se manifiesta cuando unas células en el área del cerebro, denominada «sustancia negra», dejan de funcionar y mueren. Estas células son las responsables de producir una sustancia llamada dopamina, un neurotransmisor o mensajero químico que transmite la información a las zonas del cerebro que controlan el movimiento y la coordinación. En los pacientes con Parkinson las células productoras de dopamina comienzan a morir, lo que provoca la reducción del neurotransmisor en determinadas estructuras cerebrales.