La producción siderúrgica española cae a la mitad

La fundición de acero se ha visto muy limitada por el cese de actividad generalizado (Imagen: UNESID)
Trabajar a la mitad del ritmo habitual (en abril apenas se alcanzaron las 626.000 toneladas) es insostenible
El sector necesita medidas de apoyo para mantener a los más de 60.000 empleos de calidad que sostiene
El sector siderúrgico español apenas llegó a producir 626.000 toneladas lo que supone una caída de más del 52% en relación a la misma fecha del pasado año.
Para poner la cifra en contexto, basta saber que la producción habitual de los meses de julio o de diciembre, cuando la actividad se ralentiza al máximo, es de entre 900.000 y un millón de toneladas. Como ejemplo de referencia, en la grave crisis financiera de 2008 el mes con menor producción bajó a 725.000 toneladas.
Todos los productos se han visto afectados por la caída y únicamente la producción de hojalata destinada a la elaboración de envases ha continuado en su ritmo habitual dado el mantenimiento de la actividad en la industria de la alimentación y bebidas.
Para las empresas siderúrgicas, cuyas inversiones alcanzan los cientos o miles de millones de euros, trabajar a menos de la mitad de su ritmo habitual es inasumible más allá de unos pocos meses.
Para su plena reactivación necesita que los sectores consumidores de acero vuelvan a la actividad previa al confinamiento, lo que solo puede venir de la demanda privada, como en el caso del automóvil, o mediante la actuación pública, como en la construcción.
La industria siderúrgica nacional mantiene más de 60.000 empleos estables y de calidad y la patronal, UNESID, espera acciones de la Comisión Europea que la salvaguarden de la ‘competencia desleal’ practicada por aquellos países que producen con estándares ambientales mucho menos exigentes que los de la Unión, donde este importante sector innova para cumplir su compromiso de neutralidad climática antes de 2050.
‘Es preferible conservar la producción aquí que cederla a terceros países menos respetuosos con el medio ambiente. Si lo conseguimos, la Unión Europea podrá liderar e impulsar los cambios necesarios también en los países más contaminantes’, alertan desde el sector que tienen claro que el acero es necesario hoy y lo será en el futuro. ‘Todas las estimaciones coinciden en que seguirá siendo fundamental durante este siglo XXI, por lo que el desplazamiento de la producción europea no supondría ninguna ventaja ambiental en el cómputo mundial de emisiones’, advierten.