La deuda pública española continúa su idilio con los mercados
La rentabilidad del bono español a 30 años baja del 2% mientras que el del bono a 10 años registra un mínimo histórico del 0,947%
El interés exigido al bono portugués está en el 2,8%, mientras que el francés se sitúa en el 1,153% y el del alemán en el -0,061%
La deuda española sigue siendo atractiva para los inversores. Lo demuestra el hecho de que la rentabilidad exigida a los inversores en el bono a 30 años bajó ayer del 2%, un nivel al que no llegaba desde marzo de 2015.
También el interés del bono a 10 años volvió a registrar un nuevo mínimo histórico hasta el 0,947%. En lo que va de año, el interés del bono español a diez años ha caído casi 75 puntos básicos, después de que comenzará el año en el 1,732%. Como consecuencia de ello la prima de riesgo terminó la sesión en los 106 puntos básicos.
Algunos expertos consideran que esta situación está propiciada por el programa de compra de deuda pública implementado por el Banco Central Europeo pero desde el Ministerio de Economía y Competitividad lo achacan a que los inversores continúan confiando en la economía española, a que Bruselas no haya impuesto multa a España por déficit excesivo y a los resultados de los test de estrés de los bancos.
Precisamente, el lunes pasado los países de países de la Unión Europea dieron luz verde definitiva a la nueva senda fiscal para España propuesta por la Comisión Europea a finales de julio, lo que supone evitar la multa por haber incumplido el objetivo de déficit. España cuenta con dos años adicionales para reducir el déficit público por debajo del 3% del PIB. En concreto, se debe situar en el 4,6% del PIB este año, en el 3,1% en 2017 y en el 2,2% en el 2018.
Sea como fuere, la deuda pública es uno de los talones de aquiles de la economía española. Hace un mes escaso el Banco de España publicó que el débito del conjunto de las Administraciones públicas subió en mayo en casi 10.000 millones de euros -9.932 millones de euros-, y se situó en 1.088 billones de euros, un récord histórico.
De este modo, la deuda vuelve a rozar el 100% del PIB, al alcanzar el 99,94%, una cifra que se encuentra ligeramente por encima del objetivo de deuda para todo el año trazado por el Gobierno en el último Programa de Estabilidad enviado a Bruselas, que está situado en el 99,14% del PIB.
Desde el Ministerio de Economía ase afanan en explicar que la evolución del volumen de deuda está muy condicionado por el calendario de vencimientos por lo que insisten en que, al margen de las oscilaciones mensuales que se puedan producir, se cumplirá el objetivo anual del 99,14% del PIB, con lo que 2016 será el segundo año en el que habrá una reducción del nivel de deuda pública desde el inicio de la crisis.
Hay que recordar que el año pasado el nivel de deuda pública cerró en el 99,2% del PIB, una décima menos que el ejercicio anterior, reducción que fue posible porque el Producto Interior Bruto creció más que el endeudamiento.
Claro que este hecho puede estar comprometido por el escenario político. Es lo que opinan en la agencia Moody’s, donde creen que tanto la falta de Gobierno, como la situación en Cataluña así como el Brexit pueden lastrar el consumo y la inversión, frenando el crecimiento. Los analistas prevén que la inversión se desacelerará al 3,9% en 2016 y al 2,5% en 2017.