El TS obliga a RTVE a difundir cuánto cuesta ir a Eurovisión

A Edurne y a España no le fue bien en el festival de 2015
El Supremo rechaza un recurso de RTVE para no informar de los gastos en Eurovisión por perjuicio comercial
La participación de Edurne en el Festival de 2015 costó 396.918 euros
La Sala III de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo ha desestimado el recurso de casación presentado por RTVE contra la sentencia de la Audiencia Nacional que obligó al ente público a proporcionar a un ciudadano la información sobre todos los gastos derivados de la participación de España en el concurso Eurovisión 2015.
Esa información debía incluir las partidas correspondientes a viajes, alojamientos, dietas, vestuario, gastos de delegaciones y acompañantes.
El particular presentó una reclamación ante el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno, que en septiembre de 2015 dispuso que RTVE debía facilitar dicha información. Pero el ente público se negó alegando, entre otras cosas, que la información solicitada no podía ser proporcionada porque supondría un perjuicio para sus intereses económicos y comerciales.
Ahora, en su sentencia, el Supremo destaca que RTVE no puede limitar el acceso a esa información argumentando que supone un perjuicio para sus intereses económicos y comerciales, porque -señala- esas limitaciones «deben ser interpretadas de forma estricta y partiendo de la premisa de que el derecho de acceso a la información aparece configurado en nuestro ordenamiento con una formulación amplia, de manera que sólo son aceptables las limitaciones que resulten justificadas y proporcionadas».
Por tanto, añaden los magistrados, «la posibilidad de limitar el derecho de acceso a la información no constituye una potestad discrecional de la Administración –o, en este caso, de la Corporación RTVE-, pues hemos visto que aquél es un derecho reconocido de forma amplia y que sólo puede ser limitado en los casos y en los términos previstos en la Ley». Y, según la sentencia, «lo cierto es que en el caso que nos ocupa no ha quedado justificado que el acceso a la información solicitada pudiese suponer perjuicio para los intereses económicos y comerciales».
No cuestiona el tribunal que RTVE sea un operador que concurre en un mercado competitivo como es el audiovisual; «pero, aceptando ese dato, no ha quedado justificado que facilitar información sobre los gastos efectuados para participar en el festival de Eurovisión 2015 pueda acarrear un perjuicio para los intereses económicos y comerciales, teniendo en cuenta que no se pide información sensible sobre el funcionamiento interno de la Corporación, ni sobre su sistema de producción de programas o estructura de costes; y la solicitud ni siquiera se refiere a un programa de producción propia. En definitiva, no se alcanza a comprender, ni se ha intentado justificar por la recurrente, en qué forma la facilitación de esa información puede perjudicar los intereses comerciales de RTVE o favorecer a sus competidores en el mercado audiovisual».
Siendo esto así, no cabe aceptar una limitación que supondría «un menoscabo injustificado y desproporcionado del derecho de acceso a la información».
RTVE ha intentado retrasar este día con varios recursos que han sido tumbados, pirmero por el Juzgado Central de lo Contencioso-Administrativo número 6 y después por la Sala de lo Contencioso de la Audiencia. Ahora también por el Supremo.
Tras recibir la sentencia, RTVE ha comunicado que la participación de RTVE en el Festival de Eurovisión de 2015 supuso la asunción de unos costes totales de 396.918 euros. Sólo el pago a la Unión Europea de Radiodifusión (UER) de los derechos de retransmisión de las dos semifinales y de la final ya significó un coste de 286.873 euros.
Desde la Corporación destacan los excelentes datos de audiencia obtenidos con la emisión del Festival de Eurovisión en los últimos años. En este caso, la final emitida el 23 de mayo de 2015 obtuvo un 39,3% de cuota de pantalla y 5.958.000 espectadores. Casi 17 millones de espectadores (16.761.000), el 37,6% de la población, conectó con la final en algún momento de su emisión, que fue la primera opción en su franja, a gran distancia de la competencia, y supuso una de las emisiones más vistas del mes. Las votaciones fueron la emisión no deportiva más vista del año, con 7.079.000 espectadores y un 48,2% de cuota de pantalla.