El pequeño comercio vive momentos desesperados
Las ventas de abril confirman la ralentización del consumo y los comerciantes se enfrentan a dificultades económicas sin precedentes que podrían empeorar por la inestabilidad política y el previsible descenso en la confianza de los consumidores
Los españoles compran menos. Y menos aún en los pequeños comercios. La ralentización del consumo es ya una realidad y así lo refleja mes a mes el Índice del Comercio Minorista (ICM).
Los datos de abril publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística muestran un aumento en las ventas del 0,7%; un leve respiro que no alcanza a los comercios unilocalizados en los que, a diferencia de pequeñas y grandes cadenas y grandes superficies, el descenso ha sido del -0,1%.
El comercio de proximidad encadena así varios meses de descenso que confirman una ralentización del consumo. Una contracción que puede empeorar a raíz de la inestabilidad política que previsiblemente producirá de nuevo un descenso en la confianza de los consumidores, un factor de gran importancia que tiene su reflejo directo en las ventas.
Desde la Confederación Española de Comercio (CEC) advierten de que el sector se está enfrentando a dificultades económicas sin precedentes. La contracción del consumo, unida a la fuerte reducción de márgenes comerciales en los últimos años, está llevando al sector a una situación muy complicada que, de seguir así, podría llevar al cierre de miles de comercios.
El secretario general de la CEC, José Guerrero, afirma que «el pequeño y mediano comercio se encuentra en un punto de inflexión decisivo para su viabilidad futura. Por eso es vital llevar a cabo acciones urgentes».
El otro prisma de la bajada del consumo es la pérdida de empleo. En concreto, y aunque el conjunto del comercio minorista siguió creando empleo a un ritmo del 0,8%, en el caso del comercio de proximidad los puestos de trabajo disminuyeron un 0,2%.
De continuar esta tendencia, la Confederación estima que decenas de miles de empleos podrían verse afectados en los próximos 18 meses.
En marzo los comercios cerraron una de las peores campañas de rebajas de los últimos años