El TC avala la ley del aborto 13 años después de aprobarse

El presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido, en una imagen reciente
El Pleno presidido por Cándido Conde-Pumpido desestima por 7 votos a 4 el recurso de inconstitucionalidad presentado por el PP hace trece años
Además, nombra nueva ponente a la recién elegida vicepresidenta, Inmaculada Montalbán
El Pleno del Tribunal Constitucional ha tumbado hoy la ponencia presentada por el magistrado Enrique Arnaldo sobre el recurso de inconstitucionalidad promovido hace trece años por el Partido Popular contra diversos artículos de la ley del aborto de 201o.
La Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo, fue aprobada por el segundo Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y recurrida por lo populares en su día.
Curiosamente, no ha sido hasta que el PSOE ha colonizado el Tribunal Constitucional cuando el órgano interprete de la Carta Magna ha discutido el dictamen redactado por Enrique Arnaldo, quien se ha negado a redactar una nueva sentencia con los argumentos expuestos por la nueva mayoría del Alto Tribunal.
Una mayoría que ayer mismo, 8 de febrero, inadmitió la recusación presentada contra el presidente del Tribunal, Cándido Conde-Pumpido, ex Fiscal General del Estado con Rodríguez Zapatero, y los magistrados Concepción Espejel, Inmaculada Montalbán y Juan Carlos Campo, ex ministro de Justicia con Pedro Sánchez.
Como también era de esperar, el presidente del Tribunal, Cándido Conde-Pumpido, ha designado un nuevo ponente, cargo que le ha correspondido a la nueva vicepresidenta, Inmaculada Montalbán, que deberá elaborar una nueva resolución desestimando el recurso de inconstitucionalidad.
Estas decisiones son constitutivas de un delito de prevaricación por parte de Cándido Conde-Pumpido a juicio de Abogados Cristianos, que ha elevado al Tribunal Supremo la recusación por ‘contaminación’ presentada contra él. En caso de que el Supremo no se pronuncie la Fundación llevará a Conde-Pumpido ante el Tribunal de Estrasburgo donde su jurisprudencia es clara sobre la necesidad de que los jueces sean imparciales.