La inteligencia española colaboró con la del Reino Unido en el rastreo de datos en internet

Féliz Sanz Roldán, director del CNI, comparecerá el miércoles en el Congreso (apeuropeos)
Alemania quiere reunirse con el antiguo empleado de la NSA Edward Snowden
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, admite que, «en algunos casos, los servicios de espionaje de su país han llegado demasiado lejos»
Los servicios de inteligencia españoles colaboraron con los del Reino Unido en rastreos encubiertos de datos en internet, según los documentos filtrados al diario londinense The Guardian por el ex técnico de la CIA Edwar Snowden. Los documentos desvelan que los servicios secretos británicos han aconsejado durante cinco años a los de otros países europeos como España, Alemania, Francia y Suecia para desarrollar métodos de vigilancia masiva y sobre la forma de eludir las leyes nacionales que limitan la intervención de las comunicaciones.
La colaboración entre el Centro Nacional de Inteligencia español y el servicio de escuchas del espionaje británico GCHQ se remonta a 2008, cuando empezó la cooperación con la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense para el programa secreto del ciberespionaje en el Reino Unido conocido como Tempora (equivalente al Prisma en EEUU). En el caso del CNI, la clave para la vigilancia masiva fueron los vínculos españoles con una compañía británica de telecomunicaciones. Según consta en los documentos filtrados por Snowden, el CNI ha hecho «grandes progresos» en los últimos cinco años gracias, sobre todo, a su «relación con un socio comercial británico que le ha facilitado el equipamiento necesario. El GCHQ todavía no ha comenzado a trabajar formalmente con el CNI en la explotación de IP [Protocolos de Internet]», añade el informe.
En relación a este asunto, las autoridades alemanas están dispuestas a escuchar las revelaciones de antiguo empleado de la NSA Edward Snowden, que el viernes, en una reunión mantenida en Moscú, entregó al diputado de Los Verdes Hans-Christian Ströbele una carta dirigida a la canciller Angela Merkel, al Gobierno y a la fiscalía alemana ofreciéndose para ayudar a la comisión parlamentaria que investiga el espionaje masivo realizado por Estados Unidos en territorio alemán.
Mientras que Snowden se defiende alegando que «decir la verdad no es un crimen», el ministro del Interior alemán, Hans-Peter Friedrich, asegura que están dispuestos a escucharle. Moscú no descarta permitir las conversaciones, pero un responsable gubernamental citado por la agencia rusa Interfax advirtió de que salir del país le costaría a Snowden su estatus de refugiado. Además, Alemania firmó un acuerdo de extradición con EEUU en 1978.
Y EEUU intenta reducir el daño que las revelaciones de Snowden están causado a las relaciones diplomáticas con sus aliados internacionales. El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, admitió ayer que, «en algunos casos, los servicios de espionaje de su país han llegado demasiado lejos». Durante una visita a Londres, Kerry marcó distancias entre el Gobierno de Obama y «ciertas prácticas de la NSA. El presidente y yo hemos averiguado que algunas cosas han seguido funcionando de alguna manera con el piloto automático, porque la tecnología y la capacidad están ahí», señaló a modo de excusa. «Ha existido un esfuerzo por reunir la mayor información posible, y en algunos casos de una manera inapropiada», añadió.