De Guindos minimiza la repercusión del referéndum griego sobre España

De Guindos se pone serio cuando habla de Grecia
Los ciudadanos griegos, desesperados ante la falta de liquidez en los cajeros, muchos de ellos sin billetes
El Gobierno de España no está especialmente preocupado por lo que pueda pasar en Grecia este domingo, cuando se celebra un referéndum sobre si el país acepta o no las condiciones de sus acreedores para logar un nuevo rescate.
El Consejo de Ministros ha repasado este viernes la evolución reciente de los acontecimientos en Grecia, que sufre desde el principio de semana un «corralito». El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha lanzado un mensaje de tranquilidad sobre cómo afectará en España lo que ocurra en Grecia.
Según De Guindos, las relaciones comerciales de España con Grecia tienen una importancia relativa, dado el tamaño de la economía helena, los flujos de inversión directa son «prácticamente inexistentes» y la exposición de la banca española a la griega «es también muy reducida».
En este contexto, el ministro ha asegurado que las perspectivas de la economía española son «completamente distintas» a las de Grecia, aunque ha añadido que, como advierten la mayoría de los expertos, el Fondo Monetario Internacional y la propia Comisión Europea, si en España se revierten las reformas, puede producirse una caída muy rápida del crecimiento y una desaceleración intensa de la creación de empleo.
De Guindos, como ya hizo ayer el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ha afirmado que los ministros de Finanzas de la zona euro esperarán al resultado del referéndum para tomar «las decisiones oportunas».
A su juicio, la mera convocatoria de esa votación «fue una ruptura de las negociaciones» y un «jarro de agua fría» y, además, es un «sinsentido» preguntar a la población griega por «un conjunto de medidas que han expirado porque estaban ligadas al segundo programa».
El Gobierno ha analizado los diferentes escenarios que se pueden producir en función del resultado del domingo. «La principal conclusión es que si sale ‘no’, todo será mucho más complicado, y si sale ‘sí’, el procedimiento de negociación entre las instituciones comunitarias y las autoridades griegas será mucho más sencillo, mucho más fácil y mucho más fiable», según ha manifestado De Guindos.