Aznar afirma que “España volverá a estar pronto entre los mejores”
A su juicio, la excelencia no puede entenderse como sinónimo de exclusividad sino como “modelo social a imitar por todos”
El expresidente del Gobierno y presidente de la Fundación FAES, José María Aznar, afirmó ayer que tiene confianza en que España vuelva a ser el modelo a imitar para alcanzar la excelencia. Asimismo aseguró que, “afortunadamente, España vuelve a tener ambiciones. Vuelve a querer estar entre los mejores”. Aznar hizo estas declaraciones ayer por la tarde, en la clausura del IV Congreso Internacional de Excelencia celebrado en Madrid.
“Tengo confianza en que, de nuevo, serán otros los que tomarán a nuestro país como referencia de comparación. En que verán en España el modelo a imitar, el camino a seguir para alcanzar la excelencia. Esa es mi confianza. Y esa sigue siendo mi ambición para España”, dijo.
El expresidente del Gobierno afirmó asimismo que “hoy, afortunadamente, España vuelve a tener ambiciones que merecen ese nombre. Vuelve a querer estar entre los mejores. Vuelve a querer ser una de las mejores democracias del mundo. Tengo gran confianza en que, pese a las dificultades, podremos lograrlo”.
En este sentido, Aznar recordó que durante su etapa de Gobierno su aspiración para España fue “lograr que fuera una de las mejores democracias del mundo”. A su juicio, dicha aspiración “constituyó un impulso decisivo que hizo avanzar a España en la dirección correcta. Ser una de las mejores democracias del mundo significaba -y significa- tener una de las economías más competitivas, uno de los Gobiernos más rigurosos, una de las sociedades más activas y pujantes”.
Aznar subrayó que “esa ambición fue la que hizo posible que España fuera un Estado fundador del euro, que nuestras capacidades de crear empleo fueran espectaculares, que la valoración de nuestra deuda fuera mejor que la alemana y que nuestro nivel de renta se acercara a la media europea tanto como se acercó. Y fue también la causa de que se nos respetara en el mundo”.
En su intervención, Aznar definió la excelencia como “la capacidad de destacar por hacer las cosas muy bien allí donde lo normal es que se hagan bien. Y que se hagan bien atendiendo a un estándar global, no local” porque “la excelencia local ya no es excelencia real”.
Aznar afirmó además que “el concepto de excelencia no puede entenderse como sinónimo de élite, de exclusividad o de grupo cerrado. Al contrario, tiene que entenderse como modelo social a imitar por todos”. “Y para ello es necesario mantener una exigencia y una ambición capaces de movilizar todo el talento y todos los recursos que ya existan en la sociedad, además de crear talentos y recursos nuevos”, señaló.
Aznar apuntó que “la excelencia se mide por comparación. Y la clave de que la búsqueda de la excelencia produzca beneficios sociales reales depende de la transparencia, de la honestidad, de la autoexigencia y de la ambición con la que seamos capaces de establecer los términos de esa comparación”. En este sentido, consideró que “la excelencia que tenemos que buscar es la que se define por comparación con lo mejor”.