Los provida claman contra el Gobierno por no cambiar la ley del aborto

Los provida recorrieron el centro de Madrid
Alrededor de un millón de personas -60.000 según la Policía Nacional- recorrieron ayer las principales calles del centro de Madrid y de otras capitales españolas exigiendo la derogación de la ley del aborto.
Bajo el lema Cada vida importa, en la protesta -convocada para exigir al Ejecutivo que cumpla su promesa electoral y derogue la ley del aborto vigente desde 2010- las asociaciones y familias defensoras de la vida desde la concepción clamaron contra la decisión del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de no reformar la ley que faculta a la mujer a decidir si aborta durante las primeras 14 semanas de embarazo sin alegar motivo alguno.
En la concentración de Madrid, con parada frente a la sede del Partido Popular y acompañados entre otros por la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, los manifestantes pidieron a Rajoy que cumpla su programa electoral. Benigno Blanco, presidente del Foro de la Familia y portavoz de las asociaciones convocantes, señaló que «simplemente estamos reivindicando lo mismo que decía el PP cuando estaba en la oposición».
Hay que recordar que a finales de septiembre el Ejecutivo retiró el anteproyecto de ley que pretendía reformar la legislación sobre el aborto. Alegando falta de consenso, el texto impulsado por Alberto Ruiz Gallardón -que dimitió tras la retirada-, proponía volver a un sistema de supuestos despenalizados, similar al vigente entre 1985 y 2010. Tras la retirada del proyecto, el Gobierno anunció que aprobaría una norma que obligará a las menores embarazadas a contar con el permiso de sus padres para abortar.
Los provida consideran que cualquier enfoque legal o político que olvide al niño que por un aborto no llega a nacer o que olvide proveer los medios y soluciones precisos para que cualquier embarazada pueda llevar a buen término su embarazo, dará lugar a injusticias incompatibles con el equilibrio de derechos.
Además, creen que la vigente legislación despenaliza casi totalmente el aborto y lo convierte en un derecho, cuando en realidad desprotege definitivamente al niño no nacido, que carecerá de toda protección jurídica, y a la mujer, abocada al aborto sin alternativas posibles.