Puig y Puigdemont reivindican la urgencia del Corredor Mediterráneo

Puig y Puigdemont hacen piña…
El Gobierno ha destinado a esta infraestructura 6.350 millones de euros entre 2012 y 2016
El president de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig y el de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, han reivindicado este lunes la necesidad de poner en marcha cuanto antes el Corredor Mediterráneo.
Ambos presidentes han clausurado una «cumbre» con la que han escenificado un frente común para exigir al Ministerio de Fomento una agenda creíble de inversiones por parte del Estado y la aceleración de la ejecución de las obras pendientes de esta «súper» línea de tren que han clasificado como una infraestructura clave para el crecimiento y la competitividad de todo el eje mediterráneo.
Los dos presidentes regionales también pedirán al Estado que ejecute cuanto antes el tramo Castelló-Tarragona y a la Unión Europea más atención sobre los cuellos de botella fuera del Estado, como el de Perpiñán-Montpellier, cuya ejecución por el Estado francés está prevista a partir de 2030.
Puig, que tiene un grave problema con la deuda pública, ha aprovechado la rueda de prensa posterior a su reunión con Puigdemont para denunciar la falta de «neutralidad» y «disposición» por parte del Gobierno central ante este proyecto «europeo». «No podemos esperar mas», ha declarado Puig, quien espera encontrar un «cambio profundo de actitud» en el futuro gobierno de España.
La importancia «europea» de esta infraestructura radica, ha explicado Puig en que «los territorios del arco mediterráneo representamos el 50% de la población española, el 45% del PIB, el 46% del empleo y el 51% de las exportaciones».
Puig también ha destacado la relación comercial entre Valencia y Cataluña al recordar que un 23,6% de las ventas interiores se dirigen a Cataluña y que más de una cuarta parte de las compras interiores equivalentes a 6.675 millones proceden de esta comunidad autónoma.
Por su parte, Puigdemont, el primer presidente catalán que visita la Comunidad Valenciana en 7 años, ha apuntado que «no se puede gobernar de espaldas al Mediterráneo; no puede haber una economía próspera, ni una Europa competitiva si el motor formado por la Comunidad Valenciana y Catalunya está gripado». Y para demostrarlo ambos presidentes autonómicos han acordado establecer un nuevo marco de relaciones entre la Comunitat Valenciana y Catalunya que se concretará en reuniones bilaterales semestrales entre ambos gobiernos.