España sufrirá un retroceso comercial inédito
El comercio mundial de bienes y servicios retrocederá, en términos reales, un -10,4%
En 2019, los intercambios comerciales internacionales aumentaron un 1%, lo cual, en buena medida, refleja la destrucción de las cadenas de valor globales.
Alrededor del 12% del PIB global se genera a través de estas cadenas, sobre todo en el sector de la industria manufacturera.
Por culpa de la pandemia provocada por el virus de Wuhan las inversiones directas extranjeras de empresas multinacionales han sufrido un notable colapso. El problema es que muchas de esas inversiones configuran y gestionan las cadenas globales de valor, sobre todo en la industria del automóvil y en el sector de los bienes de equipo.
Por países, los registros, demoledores, reflejan diferencias regionales notables. En los países avanzados Estados Unidos, -4,3%; Japón, -5,3%; el Reino Unido, -9,8%; la eurozona, -8,3%, con algunos de los grandes Estados miembros, como Alemania, por debajo de la media (-6%/-5,6%) y otros, como España, muy por encima (-12,8%/-12,4%).
En España la economía no volverá a los niveles de PIB prepandemia hasta, por lo menos, 2023. La recuperación, además, podría mostrar un perfil de tipo ‘K’, es decir, en la parte alta de la letra con unos sectores, como el de la industria manufacturera y actividades digitalizadas, avanzando a ritmo moderado y en la parte baja otros sectores quedando rezagados, como el turismo y muchas actividades culturales, de restauración y de ocio, que son los que más expuestos están al contacto directo de las personas.
España ha sido uno de los países más afectados por el virus chino, lo que se explica por las características estructurales de la economía española y por el grado de restricciones a la movilidad y el nivel de confinamiento impuestos por el Gobierno de Pedro Sánchez, que ha sido más intenso que en el resto de países europeos. Por eso la economía española cerrará 2020 con un retroceso del PIB de alrededor del -11,3%, cifra similar a la del déficit público (-13% del PIB) y con unos niveles de deuda que superarán el 120% del PIB.
Respeto a la deuda pública el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que la ratio media de deuda soberana de los países avanzados se sitúa actualmente en el 122%, excediendo claramente el umbral del 90% que promulga la célebre regla de Reinhart/ Rogoff sobre la confianza en la sostenibilidad de la deuda pública compatible con un crecimiento potencial estable de las economías. Entre los países avanzados que en 2020 tuvieron registros superiores se encuentra España, con un 123%. En el extremo opuesto se sitúa Alemania, que cerrará este ejercicio con una ratio de deuda pública del 73,3% gracias a la política efectiva de consolidación fiscal aplicada en los últimos años.
El contraste lo marca China, cuya economía ha mostrado una efectiva capacidad de respuesta a los shocks y se recuperó rápidamente mediante un fuerte aumento de las exportaciones fundamentalmente de material sanitario y de productos electrónicos. China es, entre las grandes economías a nivel mundial, la única en la que el crecimiento en 2020 se mantiene en terreno positivo (1,9%/2,1%).