España soporta un déficit comercial de 4.560 millones
En el primer cuatrimestre del año
Entre enero y abril España registró un déficit comercial de 4.559,7 millones de euros, un 50,3% inferior que el registrado en el mismo período de 2020 (déficit de 9.179,4 millones de euros con datos provisionales).
Con respecto a los países no comunitarios, el déficit comercial alcanzó los 11.046 millones (déficit de 12.178 millones de euros en enero-abril de 2020).
Porcentajes y cifras muy malas que, sumados a una deuda pública en abril de 1,38 billones euros (+12,5% interanual), igual al 125% del Producto Interior Bruto, ha llevado a España a descender tres puestos en el ranking de competitividad global (IMD).
En la comparativa realizada por el IMD España descendió hasta el puesto 39 de 64 países analizados situándose en su peor posición desde 2014. Comparado con los demás países los indicadores de rendimiento económico (de la posición 31 a la 42) y de eficiencia gubernamental (de la 44 a la 49) españoles experimentan un notable empeoramiento. El Top 5 lo ocupan por este orden Suiza, Suecia, Dinamarca, Países Bajos y Singapur.
Y mientras el salario mínimo interprofesional en Europa (Eurofound) llegó a 1.009,9 euros al mes en 12 pagas en España se elevó hasta los 1.108,3 euros/mes en 12 pagas.
La deuda pública será una de los principales escollos para que los países puedan salir de la actual crisis con más o menos solvencia. En el caso de España la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) proyecta una reducción de la ratio de deuda sobre el PIB de 7,6 puntos para el año 2024, hasta el 112,4%.
Cristina Herrero, presidenta del organismo, alertó el pasado 22 de junio en el Congreso de que el importante aumento del stock de deuda pública legado de la actual crisis, sumado a un elevado nivel previo, sitúa la sostenibilidad de las finanzas públicas en una posición de mucha vulnerabilidad. Y si el déficit estructural se mantiene similar al previsto para 2024, entre el 3,5% y el 4,5% del PIB, la deuda se estabilizaría en niveles superiores al 100% del PIB. Asimismo, en el medio y largo plazo el envejecimiento de la población y un posible endurecimiento de las condiciones de financiación se vislumbran como los principales riesgos.
En concreto, un incremento de tipos en 100 puntos básicos podría suponer un gasto adicional acumulado en intereses en 2024 superior a 15.000 millones de euros y el escenario base sobre la evolución del gasto en pensiones de AIReF puede llevar a la deuda pública a alcanzar el 165% PIB en 2050.