Los festivales de verano disparan un 36% la rentabilidad del alquiler vacacional
Los precios del alquiler turístico durante un festival son más altos en las ciudades y en las localidades más pequeñas: un 36%, en el caso de Barcelona, y un 17%, en el de Benicàssim
Las reservas de estos alojamientos se han multiplicado por tres en el Sonorama de Aranda de Duero (Burgos) y se han duplicado en el festival Dreambeach de Vera (Almería)
En las capitales de provincia también se ha notado el incremento en la demanda de pisos vacacionales: en el Mad Cool (Madrid) ha crecido un 16% y en el BBK de Bilbao, casi un 30%
Los festivales de verano se han convertido en verdaderos reclamos turísticos en España. Al Mad Cool que se ha celebrado el pasado fin de semana en Madrid asistieron 80.000 personas cada uno de los tres días que ha durado el festival.
Esta riada de gente supone un importante impulso para la actividad económica de las localidades donde se organizan estos eventos y un notable aumento en la demanda del alquiler vacacional.
Desde el Instituto de Valoraciones aseguran que alquilar piso para un festival aumenta la rentabilidad en las capitales y las localidades más pequeñas.
Así, el precio de una vivienda turística por persona y día durante un festival en ciudades como Barcelona supera los 50 euros. Concretamente, en el Primavera Sound, que tiene lugar cada año en la Ciudad Condal a principios de junio, el precio medio para alquilar un apartamento vacacional ronda los 55 euros. Si lo comparamos con el valor medio de estos alojamientos en la misma ciudad durante el verano (35 euros), el incremento del precio es del 36%.
En el caso del Festival Internacional de Benicàssim (FIB), que se organiza desde este jueves hasta el domingo, los precios también superan la media habitual. El coste por noche ronda los 128 euros, en torno a un 17% más, ya que el precio medio en la localidad castellonense suele ser de 106 euros.
Los expertos del Instituto concluyen que el alquiler vacacional es una opción cada vez más demandada entre los asistentes a los eventos musicales.
Algunos ejemplos son el Sonorama Ribera de Aranda de Duero (Burgos) y el festival Dreambeach de Vera (Almería), que se celebrarán en la segunda semana de agosto. En el primer caso, las reservas de pisos turísticos para los días que dura esta edición se han triplicado respecto al año pasado, y en el segundo, suponen ya más del doble (140%) que en 2017.
Aunque la mayoría de estos festivales se organizan en municipios más pequeños, algunos tienen lugar en capitales de provincia, donde también se ha notado el incremento de la demanda en el alquiler vacacional. Concretamente, las reservas de pisos turísticos durante la celebración del Mad Cool en Madrid el pasado fin de semana han crecido un 16% respecto a 2017 y, en el caso del BBK de Bilbao, la ocupación en estos alojamientos entre el jueves y el sábado ha aumentado casi un 30% respecto al año pasado.
Además del reclamo musical que supone la organización de un festival, las zonas de costa con buen clima son el destino preferente de los turistas en busca de sol y playa. Por ello, estas áreas son especialmente sensibles al crecimiento en la demanda de pisos vacacionales durante la celebración de eventos musicales, según el Instituto.
Por ejemplo, con ocasión del festival Womad, que se organizó el año pasado en Las Palmas, la ocupación de apartamentos turísticos rozó casi el lleno durante los días que duró el evento.