‘La Bella Otero’ estará en Madrid durante el verano

Un momento de La Bella Otero (Foto: Foto: María Alperi)
Las entradas ya han salido a la venta
El próximo 7 de julio se estrena en el Teatro de la Zarzuela de Madrid el ballet dramático La Bella Otero.
Creado y dirigido por Rubén Olmo, el guión es de Gregor Acuña-Pohl. Cuenta con Patricia Guerrero, una de las figuras más relevantes del flamenco más vanguardista, como artista invitada y la colaboración especial de Maribel Gallardo, quien encarnará a la protagonista cuando está retirada.
La obra narra la intensa vida de una de las más famosas e influyentes bailarinas de finales del siglo XIX, Carolina Otero, una mujer procedente de una aldea gallega que se inventó a sí misma a partir de un suceso trágico de su infancia. Utilizó a los hombres para ascender en su carrera artística y fue admirada por reyes de toda Europa, pero su único amor fue el del juego.
Tras ser agredida sexualmente en su adolescencia, Carolina Otero huyó de su aldea natal y consiguió, primero en Portugal y después en Nueva York, ganar fama como cantante y bailarina gracias a los sucesivos benefactores y amantes que la hicieron progresar en su carrera hasta llegar a actuar durante muchos años en el Folies Bergère de París. Se relacionó con reyes y príncipes de toda Europa, a los que seducía y abandonaba, llegando a causar el suicido de muchos de ellos. Pero su verdadera pasión fue el juego, por el que perdió sus joyas y toda su fortuna en el casino de Montecarlo, y pasó los últimos años de su vida sola y arruinada en un pequeño piso en Niza (Francia).
El ballet, que se podrá ver hasta el 18 de julio, fusiona flamenco, danza contemporánea y folclore. La partitura musical está compuesta por Manuel Busto, quien dirigirá a la Orquesta de la Comunidad de Madrid. Estará acompañado por Alejandro Cruz, Agustín Diassera, David Chupete, el grupo Rarefolk y los músicos flamencos del Ballet Nacional de España.
El vestuario, diseñado por el escenógrafo Eduardo Moreno es otro de los elementos destacados de La Bella Otero, cuyas escenas transcurren en ambientes tan diferentes como un pueblo gallego, el Liceo de Barcelona, el casino de Montecarlo o la corte del zar de Rusia.