1 de 52 de 53 de 54 de 55 de 5 (Sin votos)
| Print This Post

El Thyssen presenta ‘Hiperreal. El arte del trampantojo’

'Tren elevado en Brooklyn', de Isidro Blasco

Detalle de ‘Tren elevado en Brooklyn’, de Isidro Blasco. Impresión digital, cartón, madera y otros materiales

Del 16 de marzo al 22 de mayo de 2022

Trampantojo, trampa o ilusión con que se engaña a alguien haciéndole ver lo que no es. Es lo que ofrecerá el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza con la exposición Hiperreal. El arte del trampantojo, una revisión del género a través de más de 100 obras que pone en evidencia los temas más representativos de la pintura de caballete.

Pintar imágenes que no puedan diferenciarse de la realidad ha supuesto un desafío para artistas de todos los tiempos. La habilidad para engañar al espectador haciendo pasar lo pintado por real mediante las leyes de la óptica y de la perspectiva es todo un juego cuyos primeros ejemplos se conocieron a través de textos literarios griegos. Desde entonces, el trampantojo ha tenido en las artes una larga presencia, destacando en el Renacimiento y en el Barroco, y decayendo tras el Romanticismo, pero sin llegar a desaparecer nunca del temario artístico.

Comisariada por Guillermo Solana, director artístico del museo, y Mar Borobia, jefa de Pintura Antigua de la pinacoteca, la exposición, que cuenta con la colaboración de la Comunidad de Madrid, se organiza en ocho apartados, dedicados a temas como el bodegón, el marco pintado, los rincones de artista, los pintores americanos y el trampantojo moderno, entre otros, y finaliza con una obra del escultor Isidro Blasco, encargada exprofeso para cerrar el recorrido.

El trampantojo gozó de una gran popularidad en Estados Unidos, donde los artistas se esforzaron en lograr que se constituyera como género independiente. Esa forma más libre de interpretarlo será una de las claves para entender su evolución en el siglo XX, también en pintores europeos como los franceses Pierre Ducordeau -miembro del grupo Peintres de la réalité– y Henri Cadiou -del movimiento Trompe – l’oeil/Realité, fundado en la década de 1960-, así como el holandés Ton de Laat o el artista chileno Claudio Bravo.

El último capítulo de la exposición reúne un conjunto de obras que destacan por la agudeza e ingenio de sus autores para provocar la sorpresa del espectador. Se incluyen lienzos tan originales como La tierra (h.1570), del inconfundible Giuseppe Arcimboldo, con múltiples figuras de animales encajando a la perfección para construir la fisonomía de una cabeza de perfil, o Gallinero, una singular pintura de Jean-François de Le Motte (siglo XVII), junto a obras de Salvador Dalí -entre ellas, Máxima velocidad de la Madonna de Rafael (h. 1954), de su etapa místico-nuclear, en la que fusiona ciencia y religión- o de Antonio López, como Ventana por la tarde (1974-1982), en la que vuelve a aparecer el juego entre espacio interior y exterior.

La sala se completa con una muestra de la pervivencia del género en el arte actual, que incluye obras de los artistas españoles Gerardo Pita, Redes. Puerto pesquero de Marbella (2015-2016), César Galicia, con dos pinturas de su serie Manhattan, y un óleo sobre tabla de Manuel Franquelo.

Por último, Tren elevado en Brooklyn (2022), un collage moderno y urbano que combina fotografía, escultura y arquitectura, creado para la ocasión por el artista Isidro Blasco, cierra el recorrido de la exposición devolviendo al espectador a la realidad pues, sin ser propiamente un trampantojo, la obra provoca una reflexión sobre esa dualidad realidad/representación característica del género.

Tags: , , ,