Miles de catalanes claman por la independencia en Barcelona
Cientos de miles de personas participaron ayer en Barcelona en la manifestación independentista convocada con motivo de la celebración del 11 de septiembre. La Guardia Urbana de Barcelona y los Mossos d’ Esquadra cifraron en un millón y medio los asistentes a la marcha, mientras que la Delegación del Gobierno de Cataluña cuantificó la participación en 600.000 personas, que bajo el lema Cataluña, un nuevo Estado de Europa, colapsó las calles del centro de Barcelona.
La Asamblea Nacional Catalana encabezó la marcha, en la que participaron nueve consejeros del Ejecutivo catalán, además de representantes de partidos como ERC e ICV. También asistieron dirigentes del PSC a título individual. La marcha concluyó en el Parlamento catalán, donde los convocantes instaron al presidente Artur Mas a iniciar ya el camino de la secesión.
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, comparecerá hoy para hacer balance de la masiva manifestación, según informó ayer el Govern en un comunicado. Previamente a la manifestación, Artur Mas declaró a preguntas de una periodista de la BBC que sin el pacto fiscal «el camino hacia la independencia está abierto».
También el líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, pidió ayer al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que entienda «el clamor de la manifestación» que demuestra que «Cataluña no quiere vivir en las actuales circunstancias de ajustes fiscales». Duran Lleida fue abucheado al incorporarse a la marcha e incluso algunos manifestantes acabaron lanzando monedas al dirigente de UDC.
La dirección del PSC aseguró que «comparte el malestar» que han expresado los centenares de miles de catalanes que participaron en la manifestación, pero indicó que su modelo no es la independencia, al tiempo que reivindicó la plenitud del Estatut. Desde el PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, tildó a Mas de «sectario» por renunciar a ser el presidente de todos los catalanes y querer representar sólo a quienes quieren romper con España.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pidió ayer prudencia y señaló que «Cataluña tiene problemas importantes» y que ahora es necesario trabajar juntos. En esta línea, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, hizo una llamada a la unidad, al señalar que de la crisis saldremos «mucho antes si lo hacemos todos los españoles juntos». «En tiempos difíciles conviene elegir muy bien las prioridades y saber por dónde va el mundo», dijo la vicepresidenta.
La vicesecretaria del PSOE, Elena Valenciano, manifestó ayer la preocupación de su partido por la «deriva soberanista» que se está viviendo en Cataluña «alimentada por la crisis económica».
Por otro lado, la Comisión Europea advirtió ayer de que si Cataluña, o cualquier otra región europea de un Estado miembro se independiza quedará fuera de la Unión Europea y tendrá que pedir de nuevo su adhesión si quiere formar parte de la organización comunitaria.